Tras acabar sexto de primaria con risas por no tener que llevar más el uniforme y lágrimas por separarme de mi clase, pasé a la ESO. Al principio estaba un poco asustada, pero a la vez aliviada, porque no me separaron de mi grupito de amigas (y volvieron algunos amigos y amigas de infantil).
Me gustaba la extraña sensación de desorientación y la adrenalina que sentía cuando pensaba que ya no iba a primaria, que era "una mayor". Sin embargo, esta alegría fue disminuyendo conforme aumentaba el número de exámenes y de deberes. Aun así, yo estaba muy contenta con la clase y los profesores que tenía.
En segundo de la ESO, destacaré el viaje que hicimos a Madrid. Me lo pasé genial, sobre todo por la noche; todo eran risas.
3º de la ESO no ha sido un curso, que digamos, especial. Se me ha pasado demasiado rápido y no han pasado cosas que merezcan la pena nombrar. Pero bueno, todo muy bien, preparada para el año que viene, el último curso antes de Bachillerato. Solo deseo que sea tan especial, divertido y agradable como todos los demás, y que ocurran cosas que no pueda olvidar jamás.